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viernes, 8 de enero de 2016

Cuento “Lágrimas de orquídea”. No todo es lo que parece. Solo sé que las orquídeas son mentirosas.




Bueno acá un cuento que les dejo a ustedes decidir el género al que pertenece. Por si no lo sabían algunas orquídeas tiene hojas que imitan la forma, el movimiento y hasta incluso el olor de las hembra de las avispas. Los machos engañados, pero enamorados copulan con estas hojas "mentirosas" en vano solo para llevarse pegados a sus cuerpos el polen. Triste y cruel pero efectivo. 

 
 Lagrimas de orquídea.

Con Julián cultivábamos una amistad germinadora de envidias. Una de esas amistades de corta duración pero de grandes hechos. No recuerdo con precisión cuando comenzó nuestra amistad, el día exacto, pero si recuerdo que era agradable.

jueves, 20 de agosto de 2015

A veces hay personas que son más terroríficas que los fantasmas o los monstruos y merecen el mismo trato.


Este es un cuento especial porque cuando lo escribí quería que no tuviera respiro en el estilo; o sea la idea era escribirlo casi sin puntos. También lo escribí como homenaje a un escritor argentino y uno de sus mejores cuentos.
Espero sepan quién es. Ese escritor que nos hacían leer en el colegio y que a mí me encantaba con sus cuentos de la selva, sus enormes serpientes y bueno el mejor de todos "La gallina degollada"...

Más lejano que los silencios

lunes, 18 de mayo de 2015

El tonto y la huérfana. Cuento intenso de crueldades y amores prohibidos...



Este fue un cuento que escribí para presentar en un concurso regional. No pude con mi genio y salió así, un poquito cruel. El tonto y la huérfana. O una oruga no precisa algo más que su condición de oruga mientras no se entere que se convertirá en una mariposa. Me encanta Amancio el protagonista y a veces me pregunto por qué razón el ser humano discrimina tanto.

Una brisa olvidada en la ventisca.

jueves, 23 de abril de 2015

A veces nos atamos a personas y cosas cercanas sin darnos cuenta de hasta qué punto dependemos de ellos. Cuento psicologico quíén no se enamoró nunca de una estatua.



Este cuento es especial para mí porque lo escribí hace tiempo. Después lo corregí, lo cambie un poco y lo pulí solo para descubrir que en realidad seguía siendo el mismo. A veces nos atamos a personas y cosas cercanas sin darnos cuenta de hasta qué punto dependemos de ellos. En este caso quizá es un extremo casi imposible, pero creo que muchas personas son así. ¿Conocen a alguna?



Solo la piedra.

domingo, 1 de marzo de 2015

La crueldad y el dolor a veces se esparcen como la ignorancia.



Si se pudiera cambiar algunas cosas y volver el tiempo atrás todo sería más fácil. Pero de encontrar la manera no todas las historias dependen solo de nosotros.



Piden queso le dan hueso